Por Jissel Rivera Castillo
A las 4:00 de la tarde cuando el sol empieza a mermar en la ciudad de Barranquilla (y en el Caribe colombiano que habita la mayor parte de nuestra comunidad), alrededor de noventa personas se dieron cita para lo que fue una ceremonia de grados muy particular y emotiva; 58 estudiantes recibieron su grado profesional pero, esta vez, lejos de la habitual despedida con el grupo de su programas, lo que vivimos fue una entrega de reconocimientos en línea. Muchos nos preguntábamos cómo sortearíamos de esta manera una tradición tan presencial y física, y nos sorprendimos con la calidez compartida. Como en una especie de vaticinio positivo encontramos que aquella reunión fue más una bienvenida, en la que pudimos conocer algunos de los sueños y proyectos de estas personas; invitarles a mantenerse en contacto bajo su nueva condición de egresados, compartir un brindis y ver un poco de sus casas, a las que nos dejaron entrar desde aquel momento en que eligieron UniReformada para hacerse profesionales. ¡Corazón lleno!
Y la situación no le restó belleza ni formalidad al encuentro:
Las togas y birretes no adornaron esta velada, pero los bellos peinados, vestidos, maquillajes y adornos en las paredes de las casas nos sumergieron inmediatamente en esta celebración más que merecida. Vimos a nuestros graduandos y graduandas vistiendo sus mejores galas, acompañados por sus familiares con los que viven (y por el resto a través de la transmisión en Facebook). De ellos, y de nuestro equipo docente y administrativo, fueron los aplaudos que sonaron cuando mencionamos cada uno de los nombres de quienes recibieron su diploma en la fecha. Un proceso de alrededor de cinco años y que requirió total esfuerzo y compromiso de todos los presentes.
La cita se dio por la herramienta Teams de Microsoft Office 365; la ceremonia arrancó a las 4:00 pm pero desde las 3:00 estuvieron con la directora de Bienestar, Yolima Gómez, quien se cercioró, uno a uno, de que estuvieran presentes todas las personas por graduarse. Cada una, con saludo y sonrisa, confirmaban que sus cámaras y micrófonos funcionaban correctamente.
El programa dio inicio con la oración de la Rev. Gloria Ulloa y siguió con la reflexión de nuestro rector Helis Barraza, quien expresó el enorme regocijo que sentía la comunidad UniReformada al graduar a 58 profesionales. Resaltó la importancia de las personas que se encontraban detrás de este logro, que no es uno que se consiga individualmente sino con la compañía y apoyo de familiares, docentes, amigos y una institución comprometida con su proceso y con la que podrán contar aún después de graduarse. También incitó a los graduados convertirse en los protagonistas que la historia necesita y a ser personas dedicadas al servicio que inspiren esperanza a través de su actuar.
La nueva Ingeniera Biomédica, Natasha Esmeral procedió con unas sentidas palabras que transmitieron no solo esperanza sino también el compromiso que ahora tendrían como profesionales. “Es el momento de avanzar hacia el rescate de nuestra tierra, de nuestra nación, mirando hacia el horizonte, avanzando contra el viento, levantando nuestro espíritu y manteniendo los ideales y principios en alto, es el momento de llevar adelante la tradición de superar las dificultades y sobre todo de esculpir el futuro. No olvidemos que hoy tenemos una responsabilidad y es la de usar nuestra influencia para poner nuestras voces en favor de los que no la tienen y conservar la habilidad de imaginar nuestras vidas en el lugar de otros”.
Con las palabras de Natasha inició el momento más esperado; el de recibir los diplomas. Esta vez no solo fue diferente, también fue especial. El protocolo de los grados en UniReformada y en muchas instituciones de educación superior es parecido: los graduandos se sientan juntos, su familia en otro lugar, los graduandos van pasando uno a uno a recoger su diploma y a tomar la respectiva foto. En esta ocasión las familias esperaron ese llamado juntas y celebraron al instante con abrazos, gritos, aplausos, saltos y demás demostraciones de alegría; cada estudiante tuvo, también, unos segundos para tomar la palabra. Quién iba pensar que aún en medio del aislamiento se pudiera celebrar tan calurosamente.
Los coordinadores y coordinadoras de programa tuvieron también la oportunidad de felicitar a sus pupilos, nuevos profesionales. Al mismo tiempo en que ellos traducían sus sentimientos en palabras, los que oíamos logramos conectarnos con la emoción del momento.
La oportunidad de hablar se invirtió en agradecer, en celebrar con sus familias y demostrar toda su emoción por el triunfo obtenido. Jennifer Clavel, del Programa de Psicología aprovechó el momento para recalcar que con el título obtenido se encargaría de trabajar por las comunidades negras de nuestro país, y nuestra misión de Educar la vida para la paz vibró entre el orgullo y la emoción por esa extensión del compromiso social que nos asocia.
A todos los graduados y graduadas de esta velada, felicitaciones. De ustedes fue la decisión de trabajar por sus sueños y hoy alcanzan a materializar una parte de ellos. Sigan adelante, trabajando aún, cuando el camino no pinta fácil, pues en UniReformada estaremos presentes y al servicio de la educación; la suya, en especial. Hoy no solo terminan una etapa en nuestra institución, sino que inician una relación duradera con esta comunidad que siempre les extenderá la mano en colaboración para los nuevos proyectos que decidan emprender.