Por Vivian Salas

En la Corporación Universitaria Reformada nos sentimos orgullosos de nuestro talento humano, acompañamos los procesos de nuestros miembros y aplaudimos con fervor cada logro que alcanzan como parte de su crecimiento profesional.

Este año, cinco docentes del programa de música fueron merecedores del Portafolio Distrital de Estímulos ‘Germán Vargas Cantillo’. Esta convocatoria liderada por la Secretaría de Cultura y Patrimonio respalda económicamente a los proyectos orientados a fortalecer la agenda cultural de Barranquilla, y cuenta con recursos para los ganadores por el orden de $2.300 millones.

En entrevista con los docentes Robiro Márquez, Joseph Díaz, William Martínez, Israel Charris, y Rodrigo Flórez, conocimos todos los detalles acerca de los proyectos postulados en la convocatoria, sus inicios en la música, sus opiniones sobre la actualidad de la industria y sus planes a futuro.

Robiro Márquez es docente de instrumento en la Corporación Universitaria Reformada, licenciado en música de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico, con un diplomado en música cubana en batería con el maestro Juan Carlos Rojas ‘El Peje’, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), y un curso de verano en Berklee of Music.

Ha sido ganador dos años consecutivos del estímulo Germán Vargas Cantillo gracias a sus proyectos ‘Video tutorial para el fortalecimiento de la cultura musical’ y ‘Creación de un sencillo musical’, ambos en la categoría musical.

“Qué chévere sentir que tu música, además de gustarte a ti, le puede gustar a muchas más personas y llegarle a mucha gente. Es una experiencia diferente, se siente como subir de escalón”, aseguró Márquez.

Su recorrido en la docencia inició hace 15 años aproximadamente, de los cuales, 6 años los ha compartido con la familia UniReformada, “empecé a tocar desde los 12 años en una iglesia, pero comencé como docente desde los 20 años gracias a que me dieron la oportunidad en una academia. Siempre fui juicioso con los estudios y desde joven me interesaba mucho trabajar”.

Su instrumento principal es la batería, y como todo músico, se siente complacido de saber que a lo largo de su carrera ha tenido la oportunidad de probar cosas nuevas y adquirir destrezas en muchos instrumentos, entre esos, la guitarra, el piano, el bajo eléctrico y el trombón.

“La música siempre estuvo en mi casa, mi papá es músico guitarrista de hobbie, y sus regalos en mis cumpleaños siempre fueron instrumentos, bongos, guacharacas, panderetas. Mi casa estaba llena de instrumentos musicales y me eduqué con esa cultura”, recordó con agrado.

Robiro reconoce que, desde el inicio de su recorrido en la música, se dedicó a construir piezas destinadas para ser disfrutadas por él mismo y sus conocidos. Sin embargo, ahora siente que está atravesando una etapa de su vida personal y profesional en la que quiere ir más allá, traspasar barreras.

“Estoy en otro punto de mi vida, quiero pasar a otra página, escalar un peldaño más y mostrarle a la gente mi música, que puedan disfrutarla otras personas. Estoy trabajando fuertemente para finalizar mi álbum y poder generar productos competitivos, de calidad. La construcción de mi sencillo fue todo un proceso, pero hoy está materializado y es un impulso para seguir trabajando por eso”, destacó el baterista.

Su sencillo musical, gracias al cual fue merecedor del estímulo este año, lleva por nombre ‘Naturabilidad’ y será el tema principal de su primer álbum, que será titulado ‘1984’, en honor a una persona que considera muy especial en su vida.

Joseph Díaz es docente del programa de música de la UniReformada, realizó su pregrado en música con énfasis en ingeniería de sonido en la Universidad Javeriana, es Magíster en investigación musical y tiene un diplomado en docencia universitaria y docencia digital.

En 2020 ganó dos veces consecutivas el estímulo distrital ‘El escenario es tu casa’, el primero con el proyecto ‘Cómo mostrar tu talento en época de coronavirus’, en la categoría ‘Tutoriales que ofrezcan técnicas, estrategias y pautas para cualquier actividad dentro del campo de las artes escénicas’, y el segundo con ‘Taller de grabación en casa para músicos’, en la categoría ‘Programas de capacitación con una duración mínima de 12 horas’.

Este año, recibió el estímulo Germán Vargas Cantillo gracias a su propuesta ‘Cómo armar tu Home Studio’, en la categoría ‘Tutorial en video para el fortalecimiento del ecosistema de la música’. Esta guía básica creada en formato audiovisual orienta a los músicos sobre cómo crear estudios de grabación en sus casas, también llamados ‘Home studios’, entendiendo los estragos económicos generados a raíz de la pandemia por COVID-19, lo cual, ha dificultado la adquisición de equipos musicales.

“Recibir estos reconocimientos genera mucha satisfacción, es una de las cosas que uno como músico y artista siempre está buscando, que lo que se produzca sea de interés para alguien, y en este caso, lo es para la Secretaría de Cultura. Esto te dice que lo que haces es valioso y beneficia a las demás personas”, expresó Díaz.

Sobre su gusto por la música, aseguró que viene de familia, “crecí con una familia musical, parientes instrumentistas, cantantes, tocaban acordeón, guacharaca. A los 15 años me ofrecieron clases de guitarra y me quedó gustando la experiencia. Al siguiente año, entré a estudiar en Bellas Artes y aprendí bien los instrumentos, a tocar, a poder leer música, hice 3 semestres. Eso me quedó gustando tanto que decidí que quería hacer de la música mi proyecto de vida”.

El docente de producción musical destacó que la ingeniería de sonido es su complemento como músico, aparte de tocar la guitarra, su instrumento principal. Durante su recorrido profesional, ha tenido la oportunidad de tocar diversos instrumentos, lo cual, reconoce como un elemento clave a la hora de generar nuevas ideas.

Joseph confesó que la docencia nunca estuvo entre sus planes, simplemente se presentó en su camino y tomó la oportunidad, “La docencia fue algo que encontré en el camino, un día me ofrecieron la oportunidad y me quedó gustando. Hoy llevo 5 años en esto de la academia, y sigo capacitándome constantemente”.

La música, a pesar de tener un campo de acción amplio, muchas veces sufre el estigma de que quienes se dediquen a ella, únicamente serán cantantes o instrumentistas; dejando de lado todo un mar de posibilidades que merecen ser visibilizadas y reconocidas como parte de la profesión.

Según Díaz, la mayoría de músicos desconocen la gran cantidad de oportunidades detrás de la formulación de proyectos, de hecho, el Ministerio de Cultura desarrolla con frecuencia programas que apoyan estímulos como parte de la reactivación que está promoviendo el gobierno para apoyar a los artistas, músicos y creadores culturales.

“Últimamente me he visto muy tentado y he estado trabajando en la gestión y formulación de proyectos culturales. Esto es muy interesante, he encontrado todo un mundo de desarrollo, siento que cuando combinas tu talento en la música con la gestión y formulación de proyectos, puedes crear productos que impacten a la comunidad”, precisó el docente

William Martínez es estudiante del programa de música en la Corporación Universitaria Reformada y docente de la Escuela de Música Alvin Schutmaat (EMAS). En 2020 ganó el estímulo Germán Vargas Cantillo con el proyecto ‘Manual de supervivencia para el cuidado de los instrumentos’, con el cual, les brinda a los

músicos las bases necesarias para cuidar de sus instrumentos en casa si se presentan daños o inconvenientes, para aprender a resolverlos sin interrumpir sus procesos creativos.

Este año, se presentó con su propuesta ‘Creación de instrumentos para la preservación de instrumentos en la memoria cultural’, en la cual, a partir de materiales reciclables de bajo costo, mostró el proceso de creación de una gaita macho y una guacharaca, dos instrumentos autóctonos propios de ritmos tradicionales de nuestra cultura que merecen ser rescatados en la música contemporánea.

“Si no utilizamos herramientas a bajo costo, va a ser muy difícil crear una cultura que se interese por lo que queremos. Hoy en día, comprar instrumentos resulta muy costoso para quienes carecen de recursos”, aseguró Martínez.

El instrumento que lo apasiona es la viola, incluso, el docente contó que su tesis académica está fundamenta en rescatar la música indígena y adaptarla a la viola para que sirva como herramienta de formación académica.

Sobre sus inicios en la música, manifestó que estudió 3 años en un conservatorio de Venezuela, y cuando regresó a Colombia, tuvo la oportunidad de vincularse con una academia en Bogotá para ser profesor en un programa donde les enseñaban música a niños para sacarlos de las calles. “La vida me ha llevado a que mi aporte musical siempre esté ligado a la acción social”, expresó con gran sentimiento.

William estudió lutería, una rama de la música que, además de despertarle un gran interés, ha sido uno de los pilares para su sustento personal. Entre la fabricación y la restauración de instrumentos musicales, dos aspectos que constituyen la lutería, el docente se ha inclinado más hacia la restauración. No obstante, le aconseja a quienes se enfocan en la fabricación, que trabajen para ofertar soluciones innovadoras en lugar de vender instrumentos de alto costo que resultan de difícil acceso para muchas personas.

Sobre la docencia, afirma que es un campo que lo motiva y considera necesario complementarlo con la investigación, “me gusta la docencia, pero también la

investigación y el trabajo de campo. Es necesario que un profesor que enseña esté aprendiendo constantemente, por eso, siempre me ha gustado apoyar la música con otros estudios. En la pandemia realicé muchos diplomados en historia del arte, historia de la música, los cuales, me han ayudado a articular muy bien mi profesión con la docencia y la enseñanza”.

Los tres docentes convergieron en que la industria de la música se encuentra en un buen momento, pues, esta, después de la de alimentos, es la industria que más está generando dinero a nivel mundial. Sin embargo, es necesario reeducar a la comunidad, motivar a un cambio cultural que permita entender que la música es una profesión tan respetable y admirable como cualquier otra, y merece ser valorada.

Anteriormente no existían plataformas digitales que permitieran la difusión de la música, para que una pieza pudiera ser escuchada por otras personas, se necesitaban altas sumas de dinero para costear publicidad en la radio. Mientras que, hoy, gracias a la tecnología, ha sido posible conocer artistas y compositores de todo el mundo, las redes sociales han contribuido a que se democratice el acceso a la música.

“A través de las plataformas digitales se puede hacer todo, con las redes sociales tienes el mundo a un clic, la gente puede llegar a ti, y tú a ellos”, apuntó Robiro Márquez.

Del mismo modo, William Martínez destacó que, actualmente, la mayoría de la música es masterizada, todo es digital, pero la enseñanza debe articular los instrumentos con todas las tendencias presentes en la industria, rescatar lo tradicional, y al mismo tiempo, darle una nueva identidad a cada ritmo.

Cada uno tiene sus planes a futuro muy claros. Por un lado, Joseph reconoció su motivación por un proyecto en el que ha estado trabajando desde hace un tiempo sobre formación musical a través de una plataforma digital, “mi proyecto más cercano, a futuro, es lograr lanzar esta plataforma, consolidarla, estoy buscando financiación para hacerla crecer. Es un proyecto de vida muy lindo, porque estaría

haciendo una docencia masiva, dejaría de impartir el conocimiento únicamente en mi salón de clases en la CUR, para compartirlo en cualquier parte del país a través de la tecnología, y poder impactar la vida de las comunidades”.

Por su parte, Robiro manifestó que trabajará duro para seguir apostándole a estas iniciativas distritales, con las cuales, se siente cada vez más cerca de poder consolidar su álbum musical. “Cada vez que salgan estímulos yo me postularé, me gustan estas iniciativas, estos estímulos le dan vida a nuestro oficio en la música. También quiero hacer una maestría en composición de jazz en la Universidad Nacional de Costa Rica, planeo poder hacerla en los próximos dos años”, señaló con ilusión.

William, en cambio, planea seguir preparándose y crecer en el campo de la docencia, “en este momento, mi plan es graduarme, apuntarle a una maestría y hacer más cursos que me permitan seguir capacitándome constantemente e impulsar mis proyectos personales”.

Los ganadores del estímulo coincidieron en que, las oportunidades en el campo de la música sí están, lo que deben hacer quienes deseen tener éxito, es buscarlas. “El gobierno y las entidades públicas culturales le están metiendo una ficha fuerte a la gestión y formulación de proyectos, las oportunidades sí están, y la gente no se da cuenta”, concluyeron.

En la Corporación Universitaria Reformada formamos profesionales con un alto nivel competitivo, por lo tanto, pensando en las necesidades de la industria musical, para el 2022 tenemos programada la renovación del pensum académico en el programa de música.

Se integrarán nuevas asignaturas y propuestas temáticas novedosas sobre los negocios en música, music business, marketing musical, entre otras, con la finalidad de capacitar a nuestros estudiantes con las bases para seguir explorando las nuevas ramas de la industria que están generando grandes oportunidades a nivel mundial.

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