Por: Guillermo Pallares, Coordinador ORII 

Durante la intervención de Tom Milligan (Abajo.Izq), uno de los asistentes al conversatorio.
Arriba.Izq: Dr Hunter Farrel – Arriba.Der: Humberto Martín Shikiya
Abajo.Der: Chris Fergusson

Entendiendo la importancia de la academia y las iglesias en la apertura de espacios para analizar y proponer alternativas a la crisis del Coronavirus, la Unireformada desde su Vicerrectoría de Extensión y Relaciones interinstitucionales, en conjunto con la Plataforma de Universidades Protestantes y Evangélicas en América Latina – Qonakuy, desarrolló el Conversatorio Virtual: Desafíos Eclesiales y Educativos en tiempos del COVID 19. En esta oportunidad valiéndonos de los recursos tecnológicos, se contó con la participación de ponentes como el Reverendo Chris Fergusson (Alemania), Secretario General de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas; Dr Hunter Farrel (Estados Unidos), Director de Misión Mundial en el Seminario Teológico de Pittsburgh; Humberto Shikiya (Argentina), Secretario General de Qonakuy; y Helis Barraza (Colombia), Rector de la UniReformada fungiendo como como moderador del encuentro.  

La conversación inició con un planteamiento común por parte de los tres expositores: la crisis del capitalismo neoliberal, a la que el Covid-19 profundiza exponiendo aún más la inestabilidad de un sistema que desde 2008 se ha debilitado paulatinamente, imposibilitando una respuesta conjunta de los Estados desde la cooperación y colaboración internacional, debido a disputas geopolíticas.  

Este panorama fue descrito por Chris Ferguson como 

 “los tiempos del Covid19, son los tiempos de un mundo escandaloso… son los frutos de 40 años del sistema capitalista neoliberal y su forma de globalización…” 

Además, añadió que estamos presenciando la disputa de dos ejes con soluciones distintas a la crisis, uno que busca continuar con el modelo que concentra el poder y la riqueza en unos pocos; frente a otro que apuesta por la construcción colectiva de alternativas – centradas en el ser humano y la solidaridad- como respuestas a políticas económicas neoliberales. Señalando que es el segundo camino en el que deberían enfocarse las Iglesias Reformadas, teniendo como tarea profesar un Dios de la vida en medio de un mundo indiferente y desigual. De la misma manera, lo es para instituciones de educación, pues están llamadas asumir un liderazgo en proponer las opciones que cambiarían nuestras maneras de relacionarnos entre humanos y con la naturaleza.  

Es ante estos desafíos que el llamado a una respuesta conjunta desde diferentes sectores religiosos cobra relevancia; explicó el Dr Hunter Farrel. Porque en la medida en que los efectos de la pandemia que nos confronta con el peor de los tiempos -reflejado en el alto número de personas contagiadas, el cierre de empresas y el desempleo-, continúen recayendo sobre toda la sociedad, pero en especial sobre los pobres, los obreros sin cobertura médica y los sintecho; es tiempo de unión:   

Estos momentos de tiempos peores están abriendo espacios distintos… donde compartimos una oleada de compasión y solidaridad inspirada por la fe…” 

También, comentó que la crisis de salud producto del Covid 19 se desarrolla dentro de un contexto político-social muy particular caracterizado por una extrema polarización entre el gobierno de Trump y el partido Demócrata, unos medios de comunicación que dependiendo de sus intereses políticos cuentan historias muy distintas acerca de la epidemia; disputas de las que las iglesias evangélicas en los Estados Unidos no han quedado aisladas, llevando a muchas de ellas a una situación muy incómoda donde deben decidir, si continuar apoyando las decisiones presidenciales en momentos de una crisis general, o no. Mientras otras trabajan por el rechazo a prácticas de discriminación contra personas con origen asiático y unas más que convocan en actitud solidaria a miembros de otras confesiones para ayudar a poblaciones vulnerables como los indocumentados y migrantes -todo esto motivado por la convicción de un culto al Dios de la vida que no discrimina-.  

Siguiendo la línea argumentativa de la crisis del capitalismo, Humberto Shikiya manifestó que es un modelo enfermo que sobrevivió con la emergencia de China como super potencia comercial y económica, creándose una paradoja donde la salida de la crisis financiera internacional de 2007/2008 no representó un salvataje para la mayoría de la población afectada, sino un fortalecimiento de las causas que la produjeron por parte principalmente de la administración gubernamental de Estados Unidos. Desde las iglesias y miembros la respuesta eran los valores humanos y en favor de una economía para la vida.  

“La velocidad de la pandemia supera las dinámicas existentes… generando una serie de incertidumbres que podemos encarar sólo desde prácticas basadas en valores innatos a los seres humanos como los son la solidaridad -pensar en el otro-, la unidad -confrontar juntos la pandemia- y la esperanza -como resultado de la suma de las dos anteriores-…” 

Así mismo, Humberto señala que existe una disputa en las narrativas de la crisis en el que se pone al descubierto lo frágil de un modelo basado solamente en la acumulación de capital y la promoción de un consumismo sin fin. Esto implica un reto académico para las universidades desde la Investigación y la Extensión, dado que las claves de indagación y acción están cambiando en respuesta a las necesidades que tiene o genera esta pandemia; igualmente, es un desafío para las iglesias que deben pensar en una sostenibilidad eclesial durante la crisis económica y como desarrollar un mensaje profético que permita modificar la estructura de acumulación de capital.  

Tras escuchar las ponencias, se abrió una ronda de preguntas que ayudó a la interacción de los asistentes y panelistas. Las inquietudes se centraron en el rol de las iglesias evangélicas ante la crisis, el camino a seguir frente a un modelo agotado, como hacer resistencia ante lo desigual del sistema, y por último, las enseñanzas, valores o principios que se deberían retomar para una nueva visión de mundo.  

Las respuestas a estas preguntas partieron de coincidir que el sistema económico actual es considerado por muchos casi como un dios, al que pocos cristianos pueden cuestionar debido a la estigmatización que ello implica -por ejemplo, ser considerado comunista o populista-. Frente a ello Hunter planteó que las iglesias cuentan con una serie de valores: solidaridad, servicio, unidad con los menos favorecidos; que provienen de las escrituras y que se encuentran en las raíces de otras religiones como el judaísmo, budismo, el islam, entre muchas otras, lo que posibilita y sirve como un enlace global hacia una futura alternativa económica. Para ello es importante, según Humberto, que las iglesias basen su respuesta en acciones y gestos evangélicos que ayuden a solucionar la insuficiencia de los sistemas de salud y las necesidades alimentarias a nivel local durante la pandemia; y que además, como lo dijo el Reverendo Chris, sea posible comprender que la nueva arquitectura económica y social parte tanto de reconocer la relación directa entre la voraz explotación del ser humano y la naturaleza, como de promover la vida y la justicia que se nos enseña en el actuar de Dios. Finalmente, los tres ponentes propusieron estrategias de resistencia a la violencia, conflictos armados y desigualdad, desde el confinamiento. También, la consolidación de plataformas tecnológicas, que permitan el diálogo, fortalecimiento de lazos y comunicación entre miembros de iglesias, Universidades y grupos de trabajadores, con una consciencia social similar.  

Para Milton Mejía, Vicerrector de Extensión, este primer conversatorio fue una oportunidad para que la UniReformada siguiera vinculada y aportando en las discusiones sociales, educativas y políticas que desafían al ser humano. La irrupción de la inesperada pandemia afectó el normal desarrollo de las funciones en instituciones académicas, sin embargo, la realización de este tipo de jornadas nos demuestra que nuestra corporación universitaria tiene la capacidad de reinventarse y adaptarse a la nueva realidad del Covid-19 y la educación por medio de las plataformas de información y comunicación. 

La UniReformada y Qonakuy ya tienen un plan para realizar los próximos conversatorios que permitan seguir profundizando en los temas que quedaron pendientes. Les invitamos a participar este 30 de abril en nuestro próximo conversatorio internacional: Pandemia, incertidumbre, solidaridad y futuro; donde nos acompañarán Mara Luz Manzoni (Brasil) Directora regional de Creas, Rosario Herrera de Rodríguez (Panamá) Educadora y secretaria general de la Universidad Cristiana de Panamá, Jim Hudgson (Canadá) Comunicador y Coordinador de la Iglesia Unida de Canadá para América Latina y el Caribe, y Adelaida Jiménez (Colombia) Teóloga, educadora y Vicerrectora Académica de UniReformada. 

Conversatorio Covid, Pandemia, cooperación universitaria
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